Al igual que existen buenos y malos cirujanos, y buenos y malos anestesistas, también existen mejores y peores hospitales. Debe saber que no todas las clínicas y hospitales, donde se realizan habitualmente intervenciones de Cirugía Estética, reúnen las mismas condiciones ni disponen de los mismos avances tecnológicos y, por lo tanto, en todos ellos su salud no estará igual de asegurada.

El objetivo final de la intervención de Cirugía Estética es conseguir un buen resultado que satisfaga al paciente sin la aparición de complicaciones. Y es durante la intervención quirúrgica, y las horas posteriores a la misma, donde esas complicaciones, tanto de tipo quirúrgico como anestésico, pueden ser más graves. Por eso, par evitar la aparición de complicaciones relacionadas con la intervención y con la anestesia, además de buscar a un buen cirujano y contar con un buen anestesista, la intervención debe realizarse en un hospital dotado de todos los medios.

El hospital debe reunir una serie de medios técnicos con el fin de evitar la aparición de complicaciones, o ser tratadas correctamente éstas en el improbable, pero posible, caso de que aparezcan. Estos medios son los siguientes:

  • Planta de hospitalización. Dos pacientes sometidos a la misma intervención y bajo el mismo tipo de anestesia no se recuperan del mismo modo ni con la misma rapidez. Mientras que algunos se ven caminando dos horas después de una anestesia general, por ejemplo, otros pueden encontrarse mareados durante más tiempo después de una anestesia local y sedación. Además, siempre existe algún paciente en el que, llegado el momento de ser dado de alta, resulta preferible que se vaya a su casa a la mañana siguiente, ya sea porque no se encuentra completamente recuperado o porque se siente más seguro y tranquilo pasando la noche en el hospital. Esto es especialmente frecuente en aquellos pacientes que se trasladan a otras ciudades cercanas para ser intervenidos. Si la clínica no dispone de planta de hospitalización esto no será posible;
  • El hospital debe disponer de una sala de reanimación o de recuperación post-anestesia (llamadas coloquialmente en nuestro entorno como “sala de despertar”) donde, bajo la vigilancia permanente de una enfermera y la supervisión constante de un anestesista, el paciente se recupera durante los primeros momentos inmediatamente después de su intervención. Esto es mucho más seguro que recuperarse en su propia habitación y, desde luego, que abandonar el hospital inmediatamente después de la intervención realizada bajo anestesia general o local y sedación;
  • Es deseable, y conveniente, que el hospital disponga de UCI. Prácticamente nunca es necesario, como el air-bag de un coche, pero tanto el cirujano como el anestesista (al igual que el paciente debería hacer) se sienten más tranquilos contando con su respaldo;
  • La existencia en el hospital de un servicio de urgencias o de médico de guardia durante las 24 horas le garantizarán a usted que su salud estará más protegida;
  • La dotación de medios de los quirófanos del hospital debe ser completa. Esto es más difícil que pueda conocerlo el paciente pero una garantía de ello será, por ejemplo, que en el hospital donde vaya a ser operado se realicen también intervenciones de otras especialidades que exigen los mejores medios técnicos en el quirófano como, por ejemplo, la Neurocirugía o la Cirugía Cardíaca,

Si usted no conoce, y no tiene forma de hacerlo, el hospital donde va a someterse a la intervención, y si a usted le consta que su cirujano es responsable y serio, y tiene confianza en él y en cómo hace las cosas, también debería confiar en el personal que le rodea, especialmente su anestesista, y en el hospital que él haya elegido para realizar sus intervenciones.

Para acabar, y como resumen, exija intervenirse en un hospital que reúna los mejores medios. Pregúntele a su cirujano de qué medios dispone el hospital donde se va a intervenir y cuáles de ellos suele utilizar. El objetivo de realizar la intervención en el mejor hospital posible es prevenir la aparición de cualquier tipo de complicación, quirúrgico o anestésico, durante la intervención y las horas posteriores a la misma. Por esta razón, la elección de hospital debe hacerse con este fin y no con el objetivo de disminuir costes a costa de su salud o de atraerle restando importancia a la intervención. Y por eso debe desconfiar del cirujano que rechaza la necesidad de disponer de estos medios y realice habitualmente sus intervenciones en una clínica o centro que no disponga de ellos (planta de hospitalización, médico de guardia durante las 24 horas, UCI, etc.).

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